SÍNDROME DEL TÚNEL CARPIANO
El síndrome del túnel carpiano consiste en la compresión del nervio mediano a su paso por la muñeca, causando hormigueo y dolor en los dedos de la mano.
Anatomía del túnel carpiano
El túnel carpiano es un estuche osteofibroso formado por una pared ósea proporcionada por los huesos pisiforme, ganchoso, escafoides y trapecio y un techo fibroso que le proporciona el ligamento transverso del carpo, que conecta la fascia aponeurótica del antebrazo con la fascia palmar de la mano, que es la que se afecta en la enfermedad de Dupuytren.
Dentro del túnel carpiano, nos encontramos:
- 4 tendones flexores superficiales para los dedos índice, corazón, anular y pequeño.
- 4 tendones flexores profundos para los dedos índice, corazón, anular y pequeño.
- 1 tendón flexor largo para el pulgar.
- El nervio mediano: causante de los síntomas de la enfermedad, tiene un doble componente sensitivo y motor a este nivel. El componente sensitivo proporciona sensibilidad al pulpejo de los dedos pulgar, índice, corazón y la mitad del dedo anular, que son los afectados por la sensación del hormigueo cuando el nervio se comprime. El componente motor inerva la musculatura corta de la base del pulgar, favoreciendo principalmente la oposición del mismo (tocarse con la punta del pulgar el quinto dedo), movimiento primordial para las tareas finas y el agarre de objetos.
Existen variaciones frecuentes en forma de comunicación entre el nervio mediano y otros nervios de la mano, fundamentalmente el nervio cubital (anastomosis de Riche-Cannieu y anastomosis de Martin Gruber); esto explica que en ocasiones también se note hormigueo en el dedo pequeño de la mano, que no es un dedo perteneciente en sentido estricto al territorio que le da sensibilidad el nervio mediano.
Causas de túnel carpiano
- Idiopática: la causa más frecuente es la desconocida, siendo el perfil típico de paciente el de una mujer de 35 a 55 años.
- Traumática: muy asociado con fracturas de muñeca (un 5% de ellas desarrollan un síndrome de túnel carpiano) y luxaciones perilunares (hasta un 60% de ellas desarrollan un síndrome de túnel carpiano).
- Metabólica: frecuente en el contexto del embarazo, fallo renal, hemodiálisis y en hipotiroidismo (donde suele ser bilateral).
- Asociada a sinovitis: frecuente en la artritis reumatoide y similar y en la artrosis de muñeca.
Sintomatología clínica y diagnóstico del síndrome de túnel carpiano
El STC produce habitualmente síntomas sensitivos relacionados con la compresión del nervio. Es frecuente el dolor nocturno en la mano y dedos, que lleva a los pacientes a reflejos para intentar aliviarlo como sacudir la mano o suspenderla fuera de la ropa de la cama. Asocia menos sensación de tacto en el pulpejo de los dedos pulgar, índice y corazón fundamentalmente, lo cual se manifiesta por ejemplo durante la conducción agarrando el volante o sujetando el teléfono para hablar.
Desde un punto de vista de la coordinación muscular, es frecuente una reducción de la destreza entre el pulgar y los demás dedos, con dificultad para abotonarse la ropa, coger objetos pequeños (por ejemplo monedas) o coser.
En casos muy evolucionados o agudos con compresión grave, hay una afectación motora devastadora, que provoca imposibilidad para realizar la oposición del pulgar, siendo este escenario de especial incapacitación.
El diagnóstico del síndrome del túnel carpiano es eminentemente clínico, basado en los síntomas del paciente y en la exploración clínica realizada a través de maniobras específicas. Como prueba complementaria, podemos apoyarnos en la electroneurografía del nervio mediano, una prueba neurofisiológica que mide la conducción nerviosa y la función motora de los músculos dependientes del nervio, mostrando patrones anómalos en caso de compresión por un túnel carpiano.
Es importante diferenciar la compresión del nervio mediano en la muñeca (síndrome del túnel carpiano) de otras posibles causas con síntomas similares como son la compresión del nervio mediano en el antebrazo o la afectación de la raíz C6 en el cuello.
Tratamiento del síndrome del túnel carpiano
El tratamiento siempre debe ser individualizado para cada paciente. Entre las opciones tenemos el manejo conservador con férulas nocturnas para mantener la muñeca en extensión durante el sueño; este tratamiento lo empleamos sobre todo en aquellos casos leves que puedan tener resolución espontánea (como los casos asociados al embarazo o enfermedades reumáticas sin tratamiento).
Se pueden realizar infiltraciones de corticoides en el túnel carpiano, lo cual suele aliviar transitoriamente los síntomas y sirve como test diagnóstico, aunque raramente suelen ser curativas.
Para casos donde se espera que la evolución no sea favorable o que se hallen más avanzados, el tratamiento imperativo debe ser la cirugía, con la apertura del túnel carpiano para aliviar la presión sobre el nervio. Esta apertura puede realizarse a través de técnicas endoscópicas (cirugía mínimamente invasiva guiada por cámara) o de cirugía abierta, teniendo cada una sus pros y contras.
Los resultados de la cirugía suelen mejorar al paciente un 95% del dolor y el hormigueo desde la misma noche de la intervención; la función fina sensitiva y motora se recupera más lentamente y a veces de modo incompleto, en función del grado de afectación y duración de la compresión sobre el nervio. Habitualmente, el tiempo de recuperación suele oscilar entre las 4 y 6 semanas tras la intervención.
Un caso especial y de mayor complejidad suele ser aquel en el que hay afectación motora importante de entrada con déficit de oposición del pulgar. En estos casos hay que asociar una transferencia tendinosa a la descompresión del túnel carpiano, para suplir la función motora ausente del pulgar.
Complicaciones del síndrome del túnel carpiano
A pesar de que el síndrome del túnel carpiano es un cuadro de diagnóstico relativamente sencillo, no está exento de riesgos derivados de su mal manejo o tratamiento; riesgos que pueden ser potencialmente importantes.
Una complicación relativamente frecuente suele ser la apertura incompleta del túnel carpiano, persistiendo los síntomas previos a la intervención o incluso agravando la situación potenciándolos o con la aprición de nuevos síntomas. Entre estos tenemos el dolor cicatricial, que suele ser autolimitado. La lesión inadvertida del nervio o alguna de sus ramas durante la cirugía, provocando un agravamiento respecto a antes de la operación; así mismo, la lesión durante la cirugía del sistema arterial de la mano (fundamentalmente la arteria cubital y el arco palmar superficial).
La recurrencia tras tratamiento correcto suele ser sólo de un 1% aproximadamente.
Si tiene una consulta concreta sobre un problema personal relacionado con un síndrome de túnel carpiano no dude en contactar y consultarnos su caso, estaremos encantados de ayudarle.