HERIDA DE LARGA EVOLUCIÓN CON EXPOSICIÓN ÓSEA
Para nuestro primer caso, elegimos el de un varón de 43 años de edad que sufre de modo accidental un atrapamiento del dedo corazón de la mano izquierda con una puerta de hierro, ocasionándole una herida por aplastamiento en la falange distal con pérdida de cobertura cutánea y placa de necrosis, estando expuesto parte de la falange distal; también presenta una contusión con hematoma bajo la uña del dedo índice de la misma mano.
Acude a consulta remitido con la indicación de realizar una amputación completa de la falange distal como tratamiento. Tras hablar con él, desea conservar la longitud de su dedo sin realizarse amputación.
En quirófano se realizó un desbridamiento radical de la lesión, con el objetivo de eliminar todo el tejido no viable y caracterizar de modo cierto cuál era el alcance real del defecto de tejido tras el tiempo transcurrido. Se aprecia una pérdida de la mitad de la falange distal con falta de cobertura cutánea asociada.
Para mantener la toda la longitud del dedo, se diseña una cobertura con un colgajo cutáneo según la técnica de Lai. Se trata de tomar una isla de piel del mismo dedo con la arteria que la nutre, para trasladarla a la zona del defecto. De esa forma, aportamos piel con vitalidad para cubrir todo el defecto de la lesión manteniendo el tejido sano viable tras el desbridamiento.
El resultado final consiguió mantener la longitud completa del dedo que presentaba en el momento de acudir a la consulta, el 80% de la uña y una función completa de esa mano, con el paciente reincorporándose a su actividad previa.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir