FRACTURA DE MUÑECA

La articulación de la muñeca es una parte del cuerpo altamente especializada y desarrollada, capaz de poner a nuestro alcance el mundo exterior a través del contacto de las manos. Con el término genérico fractura de muñeca, habitualmente se hace referencia a la fractura de la extremidad distal del radio, que de modo muy frecuente puede asociarse a fractura de la extremidad distal del cúbito y lesiones ligamentosas articulares de los huesos del carpo incluyendo fracturas que asocian luxación de la articulación de la muñeca.

Hay una amplia variedad de clasificaciones de las fracturas de radio distal, pero independientemente de ellas, el objetivo para un buen resultado debe ser restaurar de nuevo la anatomía normal previa a la fractura. De modo estándar, el radio distal guarda una relación geométrica con el cúbito y la muñeca que medimos con cuatro parámetros:

+ Inclinación radial distal: medida en el plano frontal y con un ángulo medio de 22 grados.

+ Angulación radial distal: medida en el plano lateral y con un ángulo medio de 11 grados de angulación palmar.

+ Altura radial distal: medida en el plano frontal y con una altura media de 11 milímetros.

+ Varianza cubital: la relación de longitud que guardan el radio distal y el cúbito distal (debe ser igual a la muñeca sana).

A todo lo anterior hay que añadir que aquellas fracturas que afectan a la articulación propiamente dicha, deben tener como objetivo en el tratamiento que no quede ninguna diferencia de altura en los fragmentos articulares superior a 1 mm.

Desde un punto de vista didáctico, podríamos dividir las fracturas del radio distal en fracturas de baja energía y fracturas de alta energía.

Fracturas de baja energía: Fractura de Colles

Las fracturas de Colles suponen la fractura metafisaria más frecuente del organismo; deben su nombre a un cirujano irlandés del siglo XIX (Abraham Colles), que fue quién las describió.

Estas fracturas de baja energía se denominan así porque acontecen con impactos leves, como caídas casuales con el brazo extendido apoyando la mano en el suelo, y son las predominantes por encima de los 50 años y en huesos con falta de robustez (osteoporóticos).

Habitualmente producen una deformidad evidente del radio distal, alterando gravemente los parámetros geométricos que hemos citado con anterioridad.

El tratamiento de estas fracturas ha estado orientado en la enseñanza clásica a realizarlo de modo conservador mediante la inmovilización con yeso durante un período de 4 a 6 semanas. En fracturas no desplazadas de inicio, este tratamiento proporciona unos excelentes resultados; en aquellas fracturas que se encuentran desplazadas, hay que reposicionar el hueso a las relaciones normales previas a la fractura y fijar los fragmentos para evitar su desplazamiento secundario. Para este propósito, tenemos distintas posibilidades entre las que tenemos las agujas de Kirschner, el fijador externo y las placas atornilladas entre otras, siendo la decisión final un balance entre el tipo de fractura, las necesidades y expectativas del paciente y la experiencia del cirujano.

Fracturas de alta energía

Este grupo de fracturas tienen en común ser predominantes en pacientes por debajo de 50 años y asociadas a traumatismos importantes, como accidentes deportivos, laborales o de tráfico. Habitualmente producen un daño importante óseo con grandes desplazamientos de fragmentos, afectación articular con pérdida de congruencia de la zona cartilaginosa y lesiones ligamentosas que suelen pasar desapercibidas con mucha frecuencia.

El tratamiento de estas fracturas debe ser mucho más agresivo que el de las de baja energía, siendo siempre el objetivo la restauración anatómica al estado previo a la misma. Actualmente tenemos unos medios de fijación de fragmentos muy avanzados que permiten una fijación rígida y segura de los mismos, favoreciendo la movilización precoz de la articulación de la muñeca.

En este tipo de fracturas con afectación articular es muy importante la posibilidad del uso de la artroscopia de muñeca, una técnica poco invasiva que permite comprobar directamente la calidad de la reducción de la superficie articular.

Complicaciones asociadas a las fracturas de muñeca

Consolidación viciosa: con este término designamos la consolidación de la fractura con desplazamiento respecto a la anatomía normal del radio distal. Esta malunión puede ser extraarticular (cuando hay alteración de los parámetros geométricos normales citados anteriormente), intraarticular (cuando hay “escalones” dentro de la articulación) o combinada (extraarticular e intraarticular al mismo tiempo).

Un resultado predisponente a complicaciones de consolidación viciosa sería aquel que produce un acortamiento de la altura radial de más de 5 milímetros, una pérdida de la inclinación radial por debajo de 15 grados, una pérdida de angulación volar de 20 grados y un escalón articular de más de 1 mm.

Compresión del nervio mediano: muy frecuente, produce dolor y alteraciones sensitivas en la punta de los dedos pulgar, índice y corazón.

Lesiones ligamentosas: sobre todo en las de alta energía, con afectación de los ligamentos articulares de los huesos del carpo, como el ligamento escafolunar o el fibrocartílago triangular.

Lesiones tendinosas: como la afectación del tendón extensor largo del pulgar (extensor pollicis longus), que produce una imposibilidad de extender el pulgar.

Si tiene una consulta concreta sobre un problema personal relacionado con una fractura de muñeca, no dude en contactar y consultarnos su caso, estaremos encantados de ayudarle.